REFORMA LABORAL

El apoyo de UPN, socio del PP, otorga al Gobierno los votos para sacar adelante la reforma laboral

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez
Yolanda Díaz y Pedro Sánchez.
Luis Balcarce

El Gobierno de Pedro Sánchez ya cuenta con los votos suficientes para sacar adelante la reforma laboral. UPN, socio del PP, votará a favor permitiendo que el Gobierno consiga así una mayoría de 176 votos. El presidente de la formación navarra, Javier Esparza, ha anunciado que apoyará la reforma laboral que se debatirá este jueves en el Congreso de los Diputados, y lo hará por «convencimiento» y por «responsabilidad y sentido de Estado».

Los dos votos de UPN se unirán a los cuatro diputados del PDeCAT y los de Unidas Podemos, Cs, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Teruel Existe y PRC, que junto al PSOE alcanzarán los 176 votos a favor frente a los 173 noes de PP, Vox, ERC, PNV, JxCAT, EH Bildu, BNG, la CUP, Foro Asturias y el exdiputado de Cs Pablo Cambronero.

De esta forma, el Gobierno tiene a su alcance la mayoría suficiente para lograr la convalidación del decreto ley sin necesidad de modificarlo, tal y como le exigen socios como ERC y EH-Bildu, que quieren llevar más lejos la reforma, o el PNV, en menor medida.

«Lo cómodo era votar no. Pero lo imprescindible para traer prosperidad es votar », ha anunciado Javier Esparza este miércoles en rueda de prensa, donde ha asegurado que «si esta reforma no se aprueba, pierde España».

«Lo hacemos por los fondos europeos»

Esparza ha recordado que la Unión Europea «puso como condición para que llegaran una parte de los fondos aprobar esta reforma y hacerlo de forma pactada con la patronal y los sindicatos», que han llegado a un acuerdo «de mínimos pero suficiente para mejorar la empleabilidad y la de nuestro mercado de trabajo», ha añadido.

Tras subrayar que «es evidente que el Partido Socialista no merece» el apoyo de UPN, ha remarcado que «España y Navarra siempre lo van a tener» y que, con sus luces y sombras» la reforma «es positiva para España y Navarra».

«Sin el apoyo de UPN, no se aprobaría, y pondríamos en riesgo la llegada de los fondos de la Unión Europea, que nos tienen que servir para hacer frente a la recuperación económica, y tiraríamos por la borda un acuerdo histórico entre los sindicatos más representativos de este país y la patronal», ha subrayado.

¿Brecha en Navarra Suma?

Esparza ha asegurado que esta decisión se ha «meditado mucho» y se ha tomado «pensando en lo mejor para los ciudadanos». Respecto a si esta postura podría suponer una brecha entre sus socios de Navarra Suma, ha contestado que los partidos que componen la coalición en todo momento han sido conscientes de que en el Congreso tienen «libertad de voto» y que «cada uno podría adoptar la posición que quisiera», y ha mostrado su «respeto» ante la postura de sus compañeros de coalición, Ciudadanos y el Partido Popular.

El sí del PDeCAT

El horizonte de la convalidación de la reforma laboral se despejó para el Gobierno cuando esta tarde el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Ferrán Bel, anunció que los cuatro diputados de su partido votarían este jueves en el Pleno del Congreso a favor de la convalidación en el Congreso del decreto de la reforma laboral. Con este apoyo, el Gobierno acariciaba así una mayoría sin ERC, PNV ni Bildu.

«Si los sindicatos y las empresas, renunciando a sus postulados iniciales, son capaces de consensuar una posición, esto debería tenerse en cuenta de forma muy significativa», ha explicado, señalando que, en todo caso, no comparten todo el contenido.

ERC: «Es un trágala»

Antes de amarrar los números y durante todo este miércoles, el Gobierno de coalición había sacado toda su artillería para empujar a ERC a apoyar el decreto. Pedro Sánchez, de viaje en Dubái, volvía a apelar a la responsabilidad y pedía «todos los votos posibles» en tanto que varios ministros destacaban que la reforma ya ha dado sus primeros frutos en enero con un incremento de contratos nuevos indefinidos.

La titular de Trabajo, Yolanda Díaz, avisaba de que hay propuestas sobre la mesa «sin responder» y los comunes en Cataluña amenazan con retirar su apoyo al gobierno de ERC si los republicanos no avalaban la norma.

Consideran que esta falta de apoyo supone una ruptura de la confianza y creen que ERC «hace pasar motivos electoralistas por encima de los avances que supone la reforma», pese a que el portavoz de los republicanos en el Congreso, Gabriel Rufián, lo niega.

Rufián que acusa indirectamente a Díaz de no moverse y hacerles apoyar un «trágala». Reiteraba que no se sentirán culpables si vuelve la reforma del PP ya que el Gobierno les prometió derogarla y «que no se puede llegar aquí y decir que son lentejas».

«Escucharemos hasta el último minuto pero para negociar hay que hablar y hoy por hoy están más preocupados por vender su relato», lamentaba.

Yolanda Díaz, que desde el primer momento, había apostado por pactar con ERC, como socio preferente del Gobierno, no ha conseguido su objetivo, aunque garantizaba que no se levantaría de la mesa hasta el último aliento.

El PNV no se mueve

El PNV, que ha guardado silencio durante los últimos días, había puesto como única condición para apoyar el decreto la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales. En la calle los sindicatos vascos, con ELA y LAB a la cabeza, han presionado al PNV para que no apoye la reforma si no se tramita como proyecto de ley para que pueda enmendarse, en tanto que Bildu han mantenido su rechazo ante la «reedición de la pinza».

Pese a este aparente revés en la estabilidad parlamentaria del Gobierno, tanto el Ejecutivo como los socialistas no ven que peligre la legislatura y Sánchez afirma que pase lo que pase agotará su mandato.

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